Camboya II

Día 2: Rumbo a a Siem Reap!!


Tras un emocionante día en Phnom Penh, y gracias a la ayuda del simpático recepcionista del hotel, pudimos coger un "limusine bus" (el típico autobúbs viejo de las excursiones que hacíamos en el colegio) y seguir nuestra aventura en Siem Reap.

La noche anterior, decidimos reservar el bus de las 7 de la mañana, y si no llega a ser por la insistencia de nuestro recepcionista, que llamó a varias compañías y nos encontró sitio en un autobús, no podríamos haber seguido nuestro viaje!! El autobús no estaba del todo mal. Era la versión VIP, el mejor que puedes coger, con guia de habla inglesa, y tenía baño y todo dentro, aunque los asientos eran un poco incómodos, hizo una parada y todo para comer. Tan solo nos costó 16 dólares, y era el más caro, hay más baratos por 8, pero merece la pena gastarse un poco más.

El camino es largo, unas 6 horas, y a pesar de que dicen que ahora las carreteras de Camboya están muy bien, no quiero ni saber como estaban antes, porque parecía lo que en Murcia diríamos "el camino de Churra". Todo curvas, baches, animales tan tranquilos paseando, y un tráfico un tanto descontrolado. 


Nos recogieron en la puerta del hotel a las 6:30, y por suerte nos dieron desayuno para llevar en el hotel, y de ahí llegamos a la estación de Siem Reap, donde teníamos tres tuc-tuc previamente contratados, que nos esperaban para llevarnos a nuestro hostal, dejar las cosas, y seguir nuesta aventura. Puede que un verdadero mochilero no hubiera parado en el hostal, pero decidimos que era mejor dejar las mochilas ya que ibamos a visitar los pueblos flotantes, y no queríamos acabar con todo en el agua!!

Nuestro hostal, Mad Monkey, estaba mejor de lo que esperábamos!! Como en todos los hostales de la zona, te ayudan a gestionar tus excursiones, pero además tenía un ambiente increíble, y en el tejado un chiringuito!! Si señor, con arena, tumbonas y todo!!




Las habitaciones no eran de lo más moderno, pero tienen elfantes en la pared!!! Por menos de 6 euros por cabeza pudimos formir en esta "doble superior". Baño privado y agua caliente (dejemos a parte la presión del agua) limpia, y sin bichos, todo lo que necesitabamos!

Una vez listos, nos pusimos en marcha a los Floating Villages, o Pueblos Flotantes, pero para nuestra sorpresa el camino estaba inhundado, y el paseo en Tuc-tuc hasta el puerto fue más divertido de lo que esperábamos. Por suerte no nos mojamos!! (aunque uno de los tuc-tuc se quedó atascado y les tocó bajarse y andar por los charcos un poco)


Es muy agradable ver a la gente, especialmente a los niños, jugando en el agua. En España nadie saldría a la calle en una situación así, pero aquí todo el mundo parece encontrar algo positivo. Quizás estén muy acostumbrados, el monzón es una más de sus estaciones al fin y al cabo. 

Una vez llegamos al puerto de los Floating Villages, alquilamos un barco para nuestro grupo por 15 dólares por cabeza, y nos pusimos en marcha para ver el atardecer en el río. 

Los pueblos flotantes se han convertido en una completa atracción turística. Aunque muchas familias siguen viviendo allí, todo está preparado para los turistas, y viven principalmente de nuestras visitas. Desde canoas que se pasean de barco en barco vendiendo refrescos, o enseñando serpientes y otros bichos, hasta restaurantes flotantes, todo listo. 

Muchas familias viven todavía en estas casas flotantes, que en realidad no son ni más ni menos que barcos convertidos en casas, o casas puestas encima de lo que parecen bases de barcos. Este poblado flotante es el más grande de Camboya, según nos comentó nuestro guía, y además el más visitado por los turistas. 




Cuando pasamos por delante del colegio, nuestro conductor nos ofreció parar en una pequeña tiendecita y comprar algo para los niños que viven en un horfanato, justo al lado del colegio que se puede ver arriba en la foto. Para mi decepción, cuando entramos en la tienda pudimos notar como todo era el típico engaño para turistas. Yo quise comprar lápices y cuadernos y el tendero me dijo que no, y solo nos dejó comprar arroz. Fuimos a entregar el arroz (que pagamos a un precio desorbitado) a los niños, y había tres niños preparados para recibirnos, y hacerse la típica foto. 

Hubiera preferido hacer algo más sabiendo que los niños son los verdaderos beneficiarios, y no los "tutores" que los usan como cebo para tocar el corazon de los turistas y ganar un poco de dinero. Aunque de todos modos, sea para quien sea el diero, hace falta. Habríamos dado el dinero directamente si nos lo hubieran pedido amablemente en lugar de cobrarnos tanto por el arroz, que claramente no iba para los niños... Y no nos hubieramos sentido engañados!

Se puede encontrar de todo entre los poblados.. Incluso una iglesia!!






En los restaurantes hay granjas de cocodrilos!! Son más pequeñitos de lo que parecen, pero impresionan de todos modos!!
























Ver cómo es la vida en los pueblos flotantes es una experiencia única. Impresiona mucho el modo de vida, en el que los niños van al colegio en canoa, y los padres hacen la compra remando. Fue una tarde única, y recomiendo la visita a todo aquel que pase por Siem Reap!! =)

Por la noche disfrutamos de una tranquila cena, un helado, y mercadillo nocturno, pero nos fuimos muy pronto a dormir, porque al día siguiente nos esperaba un inolvidable amanecer en el templo de Angkor Wat!!

Nos vemos pronto con la última entrega de Camboya.. Dedicada a Angkor Wat!! =)
Adri. 

This entry was posted on martes, 8 de octubre de 2013 and is filed under ,,,,,,,,. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

Leave a Reply