El vuelo? Desesperante!!
Tras pagar una tasa de 20 euros para conseguir un visado, en una cola en la que eramos los únicos blancos y yo la unica rubia, pudimos acceder a la ciudad. Tomamos un taxi y fuimos a cenar algo típico donde nos aconsejaron en el aeropuerto. Una comida excelente y mucho ambiente, y lo mejor de todo, muy barato todo!! Contando con el visado, los taxis, la cena y un batido después no llegó a 50 euros.
Todo está lleno de Cachimbas así que es ideal para los amantes de este tipo de artilugios aunque por desgracia a mi no me gustan mucho, pero mis compañeros dijeron que estaban muy buenas.
Tras nuestra pequeña escapada volvimos al aeropuerto donde pasamos unas 7 horas muertas sentados, paseando y desesperados. Cuando ya solo quedaba media hora descubrimos que había una sala para descansar con tumbonas y poca luz... Si lo hubieramos sabido antes el viaje hubiera sido de otra forma.
Si algo puedo aconsejar es: coje un hotel si tienes tantas horas de trasbordo. No hay NADA más que hacer a esas horas de la noche!! Si tienes suerte y quedan habitaciones libres en ciertos hoteles te las dan gratis, pero nosotros no tuvimos suerte por lo visto... Por lo menos puedo decir que he visto Qatar, he comido comida típica y he cumplido con su ramadán (puesto que solo pasé la noche así que tecnicamente no comí nada durante el día)
Despues de la larga espera, un avión a Singapur donde pude dormir bastante (ni me enteré del desayuno ni de los papeles que habia que rellenar para pasar la frontera), pasamos la frontera sin problemas (también los puedes rellenar en un mostrador) y recogimos nuestro equipaje.
Allí nos esperaba Paul, nuestro contacto aquí en Singapur. Paul es malayo y lleva la oficina de UCAM singapur, mi universidad y donde voy a hacer mis prácticas, así que es mi jefe. De forma muy agradable nos recogió a los tres, nos llevó a NTU, mi nueva universidad. Esta universidad es enorme, y todavía no la conozco muy bien pero todo está lleno de árboles y verde y hay un autobús gratis para moverte de clase a la residencia. Como llegamos aquí sobre las 10, Erin, un chico Chino que está haciendo aquí su Master fue muy agradable y recogió nuestras llaves para que pudieramos entrar.
Entramos a nuesrtas habitaciones, nos duchamos rápidamente y tal cual, Paul de manera encantadora, nos llevó a un restaurante Chino típico en el barrio árabe de Singapur, volvimos, y a descansar lo que pudimos con el cambio horario. La comida deliciosa, aunque parece que mi estómago no está muy de acuerdo por ahora...
Hoy no tengo fotos todavía pasadas, pero lo antes posible haré un pequeño resumen sobre el día de hoy: Chinatown para cambiar dinero y comprar un número de aquí, centro comercial para primeras necesidades, y muchos paseos por este precioso campus.
Nos vemos mañana con algunas fotos,
Bienvenido a Singapur!!
